Descripción

La intelectualidad ucraniana llevaba pensando en el renacimiento de un Estado propio desde mediados del siglo XIX. Representación parlamentaria, florecimiento cultural, publicación de periódicos y obras literarias en ucraniano habían sido hitos tan importantes como la creación de un sistema educativo en su propio idioma. La lucha contra los intentos de represión y control de Viena y San Petersburgo habían servido para unir a algunos en torno a la independencia, mientras que otros abrazaban la idea de los “pequeños rusos”, según la cual los ucranianos no eran otra cosa que una variante del pueblo ruso. El estallido de la revolución y la subsiguiente Guerra Civil rusa tuvo su eco en Ucrania, donde se instauró la Ukraïns’ka Narodnia Respublika (República Nacional Ucraniana) y la Rada Central, su primer parlamento autónomo que, en plena guerra contra los bolcheviques declaró la independencia del país por medio de la Cuarta Universal, firmada el 22 de enero de 1918. El Hetmanato, un Gobierno autocrático dirigido por el hetman Pavló Skoropadski, primero, y el Directorio, un nuevo intento de democracia que pretendió retornar a los tiempos de la Rada, después, fueron etapas de un largo camino hacia el fracaso marcado por las guerras de los bolcheviques, los blancos, los campesinos y los polacos, todos los cuales llegaron a ser aliados y enemigos en un momento u en otro. La derrota final supuso la integración de la República Nacional Ucraniana en el mundo soviético, donde permanecería hasta 1991, mientras en el antiguo territorio austro-húngaro se derrumbaba la Zakhidn’o-Ukraïns’ka Narodnia Respublika (República Nacional de Ucrania Occidental), un experimento local que trató, sin éxito, de unificarse con Kiev, pero al final cayó en manos de los polacos.