Descripción

Poniendo oreja a conversaciones ajenas en la taberna, te has enterado de que el valioso escudo de Dracoacero está escondido en el pueblo de Nüllrode. Tienes que hacerte como sea con la reliquia, pero para llegar hasta ella tendrás que adelantarte a los inquisidores, que ya van de camino.

Tras dos horas de viaje por atajos y un duelo de espadas (totalmente honorable), has llegado al anodino asentamiento de Nüllrode. Lo único que llama tu atención es una vieja capilla pagana que parece cerrada a cal y canto. Tendrás que usar tus habilidades para conseguir entrar y tratar de desvelar sus secretos…