Descripción
La historia de la batalla de Little Bighorn es la de una victoria y una derrota. La primera porque se trata del mayor triunfo de los nativos de las Grandes Llanuras sobre el Ejército de los Estados Unidos; la segunda, porque desencadenó sobre los vencedores –la coalición de lakotas y cheyenes de Toro Sentado y Caballo Loco, que se negaban a trasladarse a una reserva y deseaban seguir viviendo en libertad– la ira del Gran Padre, es decir, el presidente Ulysses S. Grant. La batalla de Little Bighorn, mitificada como ninguna otra en la historia estadounidense, constituye el canto del cisne de los sioux lakotas, el más poderoso de los pueblos indios de las Grandes Llanuras. La expansión hacia el Oeste de una nación que buscaba nuevas tierras y riquezas tras la Guerra de Secesión chocó de pleno con la firme voluntad de unos pueblos nativos que vivían de la caza del bisonte y para los cuales carecía de sentido hablar de fronteras. Para doblegarlos, el Ejército se vio obligado a librar una guerra cruel en un territorio hostil; una contienda que acabó con una forma de vida ancestral y que abocó a los antaño orgullosos lakotas a convertirse, como sus vecinos, en un pueblo sedentario. Por las páginas que sigue desfilan ambiciones y desencuentros, campañas y persecuciones a través de ricos nevados y vastas praderas, fuertes insalubres y poblados de tipis de piel de bisonte, siempre acompañados de un lamento cuyo eco se mantiene vivo aún hoy.