Descripción
Si hay un texto antiguo que haya repercutido en la historia humana, sin duda ese es la Biblia. Los pasajes más antiguos del Antiguo Testamento remiten a una historia mítica, pero, transcurridas las legendarias etapas de los patriarcas y el éxodo, el relato se adentra en una época dorada marcada por la conquista de Canaán y por los reinados de personajes tan emblemáticos como David y Salomón. Desde hace más de un siglo, influyentes investigadores han intentado congraciar el enrevesado y a menudo contradictorio texto bíblico con los datos que ofrece la arqueología para intentar dilucidar la historicidad del mismo. Centrándonos en particular en la etapa del Primer Templo –el “templo de Salomón”–, que engloba grosso modo de mediados del siglo X a. C. hasta la destrucción de este por los babilonios en 586 a. C., en el terreno científico todavía persiste un encendido debate entre quienes son más propensos a interpretar los datos arqueológicos como una confirmación de la época de esplendor atribuida a aquellos famosos monarcas de un reino de Israel unificado y quienes se muestran más críticos con ello y proponen que aquel relato refleja más bien una realidad de etapas algo más recientes de este mismo periodo que sí cuentan con refrendos históricos más allá de la propia narración bíblica.