A finales del siglo XII habían pasado casi cien años desde que los primeros cruzados pusieron pie en Tierra Santa. En Palestina y la costa de Siria tres pequeños estados cristianos (Antioquía, Trípoli y Jerusalén) mantenían su dominio. El mundo musulmán, por su parte, ya no era el mismo y experimentaba un proceso lento pero imparable de unificación política y religiosa bajo la dinastía zenguí. Su fundador, Zengi, conquistó Edesa y su hijo, tomó Damasco. Mientras, el sobrino del general Shirkuh, Saladino, se hizo con las riendas de este estado bajo la dinastía ayubí rodeando casi por completo los territorios cristianos. La fatalidad se cernía sobre los estados cruzados cuya figura principal, el rey Balduino IV de Jerusalén, padecía la lepra y carecía de herederos. Este es el contexto en el que debemos situar la caída de Jerusalén ante las tropas de Saladino en 1187. El inicio del fin de la presencia cruzada en Outremer.
La caída de Jerusalén (1187)
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Descripción
“La debilidad del trono de David. El Reino de Jerusalén en el siglo XII”, por Carlos de Ayala (Universidad Autónoma de Madrid)
La visión más tradicional de la historia con frecuencia asocia a hechos bélicos la causalidad de fenómenos cuya complejidad no pueden explicar únicamente los enfrentamientos armados. Uno de esos complejos sucesos es el de la caída de Jerusalén en 1187. La derrota cristiana de los Cuernos de Hattin, que forzó la casi inmediata capitulación de Jerusalén no explica, ni mucho menos, el porqué de aquel suceso tan humillante para la conciencia del conjunto de la Cristiandad. En este imprescindible artículo el profesor Ayala analiza los distintos factores que menguaron la capacidad de resistencia de los reinos cristianos en un momento crucial de su historia. Acompaña al artículo un mapa de dos páginas de los reinos cristianos del levante y una genealogía de la familia real hierosolimitana, ambos de Carlos de la Rocha.
“El arte de la guerra en Outremer”, por Martín Alvira Cabrer (Universidad Complutense de Madrid)
“Los francos son los más cautos de todos los hombres en el arte de la guerra”. Estas palabras del emir sirio Usama ibn Munqid (1095-1188) en su célebre obra autobiográfica Kitab al-I‘tibar (“Libro de las experiencias”) ilustran la forma en la que los occidentales del Ultramar Latino entendieron la guerra durante el siglo XII. Bajo epígrafes tales como “huestes cristianas, modelos contrapuestos” o “tácticas de los francos”, el profesor Alvira analiza el modo de combatir de los francos y las profundas diferencias entre este modelo y los empleados por sus oponentes musulmanes.
“El ejército ayubí”, por David Nicolle (Nottingham University)
El califato fatimí fue abolido en 1171 por Saladino, general de fe suní bajo las órdenes del gobernador zanguí (dinastía de origen turco) de Siria, fundando así la dinastía ayubí. A partir de entonces Egipto hará las veces de base de su poder, aunque la mayoría de sus tropas provendrán de lugares más septentrionales y orientales. Reclutamiento, efectivos, organización, motivación y moral, estrategia y táctica de los ejércitos de Saladino son algunos de los temas tratados en este imprescindible artículo del afamado historiador experto en historia militar del Medievo. Se complementa este artículo con dos soberbias ilustraciones de guerreros ayubíes que posan frente a una puerta de El Cairo (un detalle aquí visible), y un jinete ayubí, composiciones de Pablo Outeiral y José Luis García Morán respectivamente.
“Saladino y el renacer del islam”, por Abdul Rahman Azzam
Si en el artículo introductorio (del prof. Carlos de Ayala) hablábamos de las causas de la debilidad de los reinos cristianos, en este se analizan las circunstancias que permitieron el fortalecimiento del mundo musulmán (y concretamente del Imperio ayubí), clave para la victoria sobre los francos. Desde un punto de vista completamente opuesto a la tradición historiográfica occidental, el autor –qatarí– de este artículo, analiza las transformaciones y procesos internos del mundo musulmán encaminados a la unificación política y, sobre todo, religiosa (el renacer sunita), ambas de crucial importancia en los años que preceden a la victoria sobre los Estados cruzados de Tierra Santa. Acompaña a este artículo un estupendo mapa de Oriente Medio en el que se conjuga la información política y la religiosa, composición de Carlos de la Rocha.
“Castillos cruzados en el s. XII”, por Denys Pringle (Cardiff University)
En tiempos de la Primera Cruzada, a finales del s. XI, los castillos ya eran muy comunes en el paisaje de la Europa occidental y septentrional. Fuesen erigidos en tierra y madera, fuesen en piedra, hacían las veces de residencias fortificadas de señores, caballeros y alcaides, así como de bases administrativas desde las que estos controlaban los territorios que les habían sido adjudicados. Tras el establecimiento del Reino latino se vino a aplicar un sistema de control territorial muy similar sobre los nuevos territorios, cuyas características estratégicas y técnicas describe con gran detalle en este texto el profesor Pringle. Complementa este artículo una impactante ilustración en la que se representa el asedio del castillo de Chastellet o del Vado de Jacob (un detalle aquí visible), enriquecido por su particular desenlace y por la información que nos ofrecen las modernas excavaciones arqueológicas; una composición de Jorge M. Corada.
“Templarios y hospitalarios en el Oriente latino”, por Enrique Rodríguez Picavea (Universidad Autónoma de Madrid)
Las órdenes militares del Temple y del Hospital de San Juan de Jerusalén nacieron en el Oriente latino durante el siglo XII. Estas novedosas instituciones fueron la consecuencia de tres factores fundamentales: la cristianización de la caballería, la reforma gregoriana y la Primera Cruzada. Acompaña a este artículo una imagen a página completa que muestra a un caballero y un sargento templarios de mediados del siglo XIII, obra de Zvonimir Grbasic.
“Los Cuernos de Hattin”, por John France (Swansea University)
El 4 de julio de 1187, Saladino aniquiló al ejército del Reino Latino de Jerusalén en Hattin, cerca de Tiberíades, en Galilea. Capturó al rey Guido de Lusignan y decapitó, él mismo, a Reinaldo de Chatîllon, señor de Kerak. La mayoría de los prisioneros fueron esclavizados, lo que provocó una caída tal en los precios del mercado de esclavos de Damasco que se dice que uno de ellos fue vendido por un par de zapatos. En este amplio artículo (8 páginas) se analiza con detalle el desarrollo de la dramática batalla de los Cuernos de Hattin, cuyo desenlace, totalmente nefasto para las fuerzas cristianas, provocó la casi inmediata caída de Jerusalén ante las fuerzas de Saladino. Acompañan a este artículo sendos mapas (estratégico y táctico) que muestran el desarrollo de las maniobras de aproximación y desarrollo de la batalla respectivamente, ambas de Carlos de la Rocha. También, se adjunta una ilustración a página completa que muestra los momentos finales de la batalla, con las tropas templarias aisladas en lo alto de una de las elevaciones del campo de batalla de Hattin, composición de Zvonimir Grbasic.
“El sitio de Amida”, por Simon MacDowall
El relato del asedio de Amida por los persas (359 d. C.) es probablemente uno de los más fascinantes de la historia militar de Roma, y afortunadamente muy bien conocido gracias al testimonio de Amiano Marcelino, que por aquellas fechas era un oficial al servicio de Ursicino, antiguo comandante del ejército romano de Oriente. Amiano participó en el asedio y su testimonio, de primera mano, expresa las dificultades de defender una población hasta la muerte ante un enemigo mucho más poderoso. Se complementa este artículo con un mapa de la provincia romana de Mesopotamia con indicación de los movimientos estratégicos de persas y romanos en el contexto del asedio de la población de Amida, composición de Carlos de la Rocha.