Descripción
Puede que las fuerzas de la Guardia de la Noche se nutran de reclutas, criminales y gentuza de lo más variada; sin embargo, una vez visten el negro y pronuncian sus votos, los hermanos juramentados se crecen hasta convertirse en hombres leales que se dedican a defender el Muro de toda incursión. En el fragor de la batalla, se puede confiar en que el más común de los hermanos juramentados mantendrá el tipo ante enemigos terroríficos y repartirá devastadores golpes con su poderoso montante. A pesar de que carecen de la especialización de otras unidades de la Guardia de la Noche, todo ejército necesita una espina dorsal. Los comandantes hábiles deberían evitar que los flanquearan o los rodearan; y, en vez de ello, permitir que la línea de hermanos juramentados sirva como refugio para otras unidades con capacidades más diversas.