Alejandro Magno (I): De Pellas a Issos

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“-¿Dónde está el gran Alejandro?-¡El gran Alejandro vive y reina!” Según la leyenda griega, con este acertijo interrogaba una sirena a los marineros en el Egeo hundiendo sus naves si no respondían correctamente. La sombra de Alejandro Magno sobre la Antigüedad sería arrojada desde su ascensión al trono en 336 a. C, con apenas veinte años, hasta su muerte en Babilonia en 323 a. C. cambiando la faz del mundo. De una parroquial Grecia enzarzada en luchas intestinas, la cultura helénica se expandirá a golpe de sarissa hasta las orillas del Indo, impregnando toda la oikumene. Si en Gandhara se esculpían estatuas de Buda siguiendo los cánones griegos, en Gadir César lloraba ante una efigie de Alejandro Magno en el templo de Melkart. Tamaño personaje es materia que no podíamos abordar en un solo número y por ello, hemos decidido circunscribir estas páginas a los primeros años de su reinado, desde la herencia de su padre Filipo II a la batalla de Issos con la huida del Gran Rey Darío III. Con este número de Desperta Ferro, ¡Alejandro vive y reina!

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Descripción

Alejandro III de Macedonia

“Los inicios del reinado de Alejandro III de Macedonia” por Adolfo J. Domínguez Monedero (Universidad Autónoma de Madrid)

Verano del año 336 a. C. En los momentos inmediatos al trágico asesinato del rey Filipo II en el teatro de Egas, su hijo Alejandro, que asistía a la ceremonia en la que halló la muerte su padre, es proclamado rey. Con apenas 20 años de edad, pues, se iniciaba el reinado del nuevo rey macedonio. En el siguiente artículo el profesor Domínguez Monedero analiza la dificultosa asunción de la corona por el nuevo rey, la complejidad de la corte macedonia, las rebeliones que hubo de enfrentar Alejandro en el momento mismo de su llegada al trono y sus planes de invasión de Persia. Acompaña al artículo una genealogía de la familia real macedonia en las generaciones inmediatamente anteriores a Alejandro Magno.

batalla del Gránico

“La batalla del Gránico” por Alberto Pérez Rubio (Universidad Autónoma de Madrid)

Según el historiador Plutarco: “Alejandro iba a llevar a cabo hazañas dignas de ser cantadas y difundidas por todas partes, lo cual provocaría muchos sudores y esfuerzos a los poetas y músicos que las celebrasen” (Alejandro XIV). Con o sin sudores, lo cierto es que el autor de este artículo ha logrado expresar brillantemente los hechos acontecidos en torno al río Gránico, en Asia Menor, en la primavera del año 334 a. C.: el primer enfrentamiento de importancia de la campaña alejandrina de conquista de Persia. Complementan el artículo un detallado mapa de Asia Menor y el Helesponto, un mapa táctico de la batalla del Gránico (ambos de Carlos de la Rocha) y una estupenda ilustración de José Luis García Morán (parcialmente visible aquí) que representa el sacrificio de un toro por Alejandro Magno  durante su paso del Helesponto, hecho consignado por las fuentes y cuyo fin era el congraciarse con el dios Poseidón para que este permitiese un tránsito grato de sus ejércitos de Europa a Asia.

 asedios de Mileto asedio de Halicarnaso

“Los asedios de Mileto y Halicarnaso” por Borja Antela (Universitat Autònoma de Barcelona)

La victoria de Alejandro Magno en el río Gránico había sido magnífica, pero la conquista seguía necesitando del dominio del territorio y, en especial, de las ciudades del litoral, pues con ello se garantizaba la seguridad de la retaguardia ante el planeado avance de sus tropas hacia el este y, al tiempo, proveía de vitales recursos con los que mantener a su ejército. La captura de estas ciudades, entre las que destacaban Mileto y Halicarnaso, era pues de crucial importancia para Alejandro. Acompañan a este artículo sendos mapas, uno de la ciudad de Halicarnaso en el que se muestra la complejidad de su asedio, y un estupendo mapa a doble página de la península anatolia, mostrando -y describiendo- la ruta seguida por las tropas macedonias, composiciones ambas de Carlos de la Rocha.

falange macedónica

“El espinoso asunto de la falange macedónica” por Pierre O. Juhel

Tradicionalmente se ha asumido que la creación de la falange macedónica armada de sarissai fue una creación ex novo de Filipo II, pero una revisión de la evidencia podría indicar que la adopción de esas largas picas por los falangitas macedonios ocurrió en un momento posterior, lo que cambiaría nuestra imagen de los ejércitos de Filipo y de su hijo, Alejandro Magno. En este revolucionario y rompedor artículo, el doctor Juhel cuestiona la interpretación tradicional acerca del armamento y dinámica de combate de la falange macedónica, y propone, en su lugar, una hipótesis sorprendente.

Alejandro Magno Dario III

“Alejandro Magno y Darío III, semblanzas contrastadas” por Pedro Barceló (Univ. de Potsdam)

Siguiendo el hilo de las fuentes el profesor Barceló analiza varios episodios que evocan la épica confrontación entre los protagonistas que, aparte de protagonizar un encarnizado enfrentamiento histórico, nos desvelan los vaivenes de una singular pugna por el dominio del mundo antiguo. Acompaña a este artículo una soberbia ilustración a doble página de Milek Jakubiec que reproduce, con criterios artísticos modernos, el célebre mosaico de Alejandro, copia romana de un original griego, y que aún hoy decora la denominada Casa del Fauno, en Pompeya.

ejército aqueménida

“El ejército aqueménida” por Nicholas Sekunda (Univ. de Gdańsk)

El ejército aqueménida formaba el núcleo del ejército del Imperio persa, al que se sumaban otros contingentes de súbditos y mercenarios. Se trataba de una fuerza numerosa y versátil en la que destacaba la caballería, pero que contaba también con importantes fuerzas de infantería, cuyo equipo y rol fue variando a lo largo del tiempo. El profesor Sekunda describe, desde su acreditada posición de experto mundial en este tema, los distintos contingentes de que se dotaba el ejército aqueménida, su organización, armamento y dinámica de combate. Los arstibara, takabara, sparabara, la falange “compuesta”, los “hoplitas” aqueménidas, el carro falcado y las distintas unidades de caballería persa son todos ellos descritos con detalle en este artículo. Ilustran, además, el artículo tres soberbias composiciones de Pablo Outeiral: un coracero persa o arstibara, un jinete persa armado con protecciones de hierro articuladas y un oficial persa hazarapatis (aquí visible), comandante de una unidad de 1000 hombres.

batalla de issos

“La batalla de Issos” por Alexander K. Nefedkin

“En vísperas del enfrentamiento en Issos las circunstancias eran tácticamente desfavorables a Alejandro Magno. La flota persa dominaba el mar y amenazaba sus comunicaciones, el ejército de Darío se había trasladado desde Babilonia hasta Sochoi, en el norte de Siria y, en caso de que Alejandro avanzara hacia el sur, hacia las bases navales persas en Fenicia, cortaría su comunicación con Grecia”. Con estas palabras da comienzo este interesantísimo artículo que detalla el segundo enfrentamiento de importancia en la campaña de Persia, crucial para el cierre de la conquista de Anatolia y el comienzo de la conquista del Levante. Acompañan al artículo dos mapas tácticos, composición de Carlos de la Rocha, y una amplísima vista aérea de la batalla de dos páginas de anchura, composición de Antonio Jesús Gil. En la imagen podemos apreciar un detalle de esta misma.

Balduino IV

“Balduino IV, el rey leproso” por Jonathan Phillips (Univ. of London)

El 4 de julio del año 1187 Saladino aplastó a las fuerzas del rey Guido de Jerusalén en la batalla de Hattin con el fin de precipitar la caída de Jerusalén. La derrota de los francos en Hattin puede parecer inevitable: el carácter enérgico del rey Amalarico I (muerto en 1174) y la obvia incapacidad de su joven hijo, el rey leproso Balduino IV, combinado con las constantes luchas intestinas entre los nobles, contrasta fuertemente con el ascenso imparable de Saladino. Es esta una interpretación atractiva pero, bien analizada, se demuestra falsa. En este artículo el profesor Phillips analiza los errores de la tesis tradicional, y expone en su lugar la que la investigación moderna cree más acertada para explicar los turbulentos años del reinado de Balduino IV que precedieron a la batalla de Hattin y, poco después, a la caída de Jerusalén ante las tropas de Saladino. Acompaña al artículo un mapa del Levante mediterráneo a finales del s. XII, composición de Carlos de la Rocha. En la imagen de detalle que aquí vemos se aprecia a Balduino de niño, que juega con otros de su edad a clavarse los unos a los otros las uñas en la piel, pero Balduino no siente ningún dolor. Su tutor, Guillermo, lo identifica claramente como síntoma de una terrible enfermedad: la lepra.

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